Wednesday, February 22, 2012

De tal palo...



Teniendo en cuenta el Padre Celestial que tiene esa mujer no es de extrañar que actúe de esa manera. Ya sé que muchos dirán que se trata de una secta (es curioso, pero cada vez que aparece en las noticias un hecho como éste siempre se trata de una "secta"). Sinceramente me importa poco, no hay justificación posible para un acto aberrante como este.
Y las religiones formales también tienen lo suyo: los testigos de Jehová que dejan morir a sus hijos antes que autorizar una transfusión, los católicos que promueven el contagio del SIDA por no permitir el uso de preservativos, los evangélicos que gracias a sus "milagros" hacen que sus fieles no concurran al médico hasta que ya es demasiado tarde, y la lista continúa.

Monday, February 20, 2012

Ni justicia terrenal, ni justicia divina.

                      

Había nacido el 6 de abril de 1936 y fue ordenado sacerdote el 23 de diciembre de 1961. Aunque había sido condenado en 2009 por abuso sexual agravado a 8 años de prisión, el año pasado la Cámara Penal de su provincia dispuso la anulación de la sentencia y que la causa volviera a fojas cero.

Elegido obispo auxiliar de Santa Fe el 31 de diciembre de 1976 por Pablo VI, fue ordenado obispo el 25 de marzo de 1977 y promovido a arzobispo de Santa Fe el 28 de agosto de 1984, cargo del que tomó posesión el 30 de setiembre de 1984. El prelado debió renunciar anticipadamente el 1 de octubre de 2002, envuelto en un escándalo por denuncias de abusos sexuales y acoso a 47 seminaristas.
En diciembre de 2009, monseñor Storni fue condenado por la jueza María Amalia Mascheroni a ocho años de prisión por abuso sexual agravado contra el exseminarista Rubén Descalzo, aunque no fue a la cárcel sino que cumplío arresto domiciliario por su edad.
Fuente: Página/12

Wednesday, February 15, 2012

La Iglesia cumplió con su deber




Durante un extenso reportaje publicado por la revista española Cambio 16, el dictador argentino, Jorge Rafael Videla, actualmente procesado por el robo sistemático de bebés y condenado ya a dos cadenas perpetuas por crímenes de lesa humanidad, afirmó que "la Iglesia cumplió con su deber, fue prudente, y dijo lo que le correspondía decir sin que nos creara a nosotros problemas inesperados".
por Ricardo Angoso. Cambio 16

(...) Luego de recordar que en 1978 "tuvimos la suerte de organizar el Mundial de Fútbol que, además, para congratularnos más, Argentina ganó", reconoció que "la Iglesia cumplió con su deber, fue prudente, y dijo lo que le correspondía decir sin que nos creara a nosotros problemas inesperados. En más de una oportunidad se hicieron públicos documentos episcopales en donde, a juicio de la Iglesia, se condenaban algunos excesos que se podían estar cometiendo en la guerra contra la subversión, advirtiendo de que se corrigieran y se pusiera fin a esos supuestos hechos. Se puso en evidencia de que se debía concluir con esos excesos y punto, pero sin romper relaciones y sin exhibir un carácter violento, sino todo lo contrario. No rompió relaciones, sino que nos emplazó a concluir con esos hechos. Expresó lo que consideraba que no se estaba haciendo bien, porque podía corresponder a su terreno, pero no fue a más. Mi relación con la Iglesia fue excelente, mantuvimos una relación muy cordial, sincera y abierta. No olvide que incluso teníamos a los capellanes castrenses asistiéndonos y nunca se rompió esta relación de colaboración y amistad. El presidente de la Conferencia Episcopal, Cardenal Primatesta, a quien yo había conocido tiempo atrás en Córdoba, tenía fama de progresista, o sea proclive a la izquierda de entonces, pero cuando ocupó su cargo y yo era presidente del país teníamos una relación impecable. Y debe reconocer que llegamos a ser amigos y en el problema del conflicto, de la guerra, también tuvimos grandes coincidencias. La Iglesia argentina en general, y por suerte, no se dejó llevar por esa tendencia izquierdista y tercermundista, politizada claramente a favor de un bando, de otras iglesias del continente, que sí cayeron en ese juego. No faltó que algún miembro de esa Iglesia argentina entrara en ese juego pero eran una minoría no representativa con respecto al resto", concluyó.

                                                          
                                                 

Tuesday, February 14, 2012

El cuerpo crucificado

                                      

Finales de los sesenta, Raquel Welch conocida como “El Cuerpo” era una de las sex-simbols más importantes del momento, copando portadas como modelo de lencería y trajes de baño le permitió saltar primero a la televisión y posteriormente al cine, convirtiéndose en una estrella mundial -no solo por sus aptitudes interpretativas- con el papel de la bella Loana en el remake de la Hammer "Hace un millón de años" (1966), film dirigido por Don Chaffey, en el que aparecía con un sugerente bikini de pellejo sin curtir y aspecto de recién salida de la peluquería, y haciendo un alarde de rigor científico e histórico era perseguida por dinosaurios y cavernícolas ambos con animo de comérsela, aunque en distinto sentido.

                                        


Andaba por Los Angeles el fotógrafo británico Terry O'Neil preparando por encargo una portada para Esquire Magazine, deseaba que la foto fuera una reflexión sobre el ideal de la feminidad de la época, de como las mujeres se valoran sólo por su sexualidad. “El Cuerpo” se encontraba en la Meca del Cine comenzando el rodaje de “Myra Breckinridge”, y sin mas preámbulo cogió a la Welch, después de todo, se había convertido en famosa su frase "Yo soy sólo un pedazo de carne" para definir su carrera cinematográfica, la enfundo en el ya pestilente biquini de pellejo y mostrando sus magras aptitudes la colgó atada de una cruz para así fotografiarla, logrando un trabajo de una gran belleza y una enorme fuerza plástica, consiguiendo sin duda los objetivos planteados, pero cuando llego con las fotos al editor de la revista este las considero demasiado polémicas y no fueron publicadas.
Así, las fotos quedaron en un cajón durante los siguientes 30 años, por fin, la espera no fue en vano y en 1998 fue portada de la londinense "The Sunday Times" que con el titulo "Heavenly Bodies" anunciaba una antología fotográfica de Terry O'Neil, con el resultado de docenas y docenas de denuncias por ¡blasfemia! de los cristianos británicos, recibiendo la "Advertising Standards Authority" (ASA) 142 quejas formales por "causar una ofensa seria y generalizada a las creencias cristianas".  

                                                

Comentaba O'Neil en una entrevista "Yo solo quería simbolizar el dilema que enfrenta a Raquel Welch como símbolo del sexo femenino "crucificada" por su sexualidad, por la industria del cine y por el público en general que no la toman en serio como actriz".
30 años y cambiar de continente para su publicación no fueron suficientes para evitar la polémica. 
No se para los demás, pero a mi la imagen me resulta más atractiva que la habitual del andrajoso torturado de la iglesia, pero hay gustos para todo.

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